¿Cuáles son los mejores incentivos para tus empleados?

Las empresas buscan cada día mejores prácticas de reclutamiento para formar equipos que verdaderamente cumplan con sus metas y que trabajen con base en los valores de la compañía. Muchas veces, para alcanzar esos objetivos y mejorar el clima laboral, las empresas recurren a incentivos laborales.

Cada empresa tiene sus metas, problemas, fortalezas y debilidades, por lo que los incentivos que ofrecen a sus empleados cambian según las necesidades de estos. También es necesario considerar quiénes son los empleados, cuál es el giro de la empresa, la situación en la que se encuentra el personal, los retos que tienen que superar cada día, entre otros factores. Es importante tener en cuenta a los públicos que conforman a cada empresa para saber qué necesitan o qué cosas los pueden motivar a cumplir objetivos.

Ofrecer incentivos permite mantener a los empleados con mayor capacidad y habilidades, así como reclutar a otros talentos que aporten a la empresa. También, los incentivos pueden incrementar la productividad de los empleados, así como su sentido de pertenencia y un buen clima laboral.

Podemos clasificar los tipos de incentivos en dos grupos: los económicos y los no económicos. Como su nombre lo dice, los incentivos económicos son todos aquellos que generan un ingreso económico en el bolsillo del empleado además de su sueldo y los beneficios que por ley se deben otorgar. Aquí se pueden incluir los bonos de productividad y puntualidad, primas anuales, pensiones, entre otros.

Los incentivos no económicos engloban otro tipo de premios tangibles o intangibles, con los que se busca generar un sentido de pertenencia.

Conoce estos 5 tipos de incentivos

Podemos encontrar diferentes tipos de incentivos, ya que el límite es el presupuesto de la compañía.

  • Tiempo libre: ofrecer días u horas libres a los empleados es una excelente opción. Cuando los empleados tienen la opción de más tiempo libre, incrementan su productividad para alcanzar las metas necesarias.
  • Artículos: normalmente las empresas cotizan productos promocionales para ofrecerlos como incentivos a sus empleados. Algunos de los más comunes son las tazas, camisetas u otros más atractivos y llamativos como vasos térmicos inoxidables (termos) y hieleras con el logotipo de las empresas impreso en él.
  • Regalos: muchas empresas gestionan convenios con otras, con lo cual obtienen beneficios para sus empleados, ofreciéndolos como regalos a quienes sean más productivos. Entradas al cine y cupones de descuentos son algunas buenas opciones de incentivos. Sin embargo, no hay que olvidar que se pueden ofrecer reconocimientos a los empleados con más tiempo en la empresa con algún trofeo o un regalo especial como un reloj. Muchos de estos pueden regalarse durante fiestas o eventos especiales, como las posadas.
  • Asistencia a eventos: las empresas pueden pagar los viáticos y pases para que los empleados más productivos viajen a eventos importantes o para disfrutar de unas vacaciones. Este tipo de incentivos son menos comunes, pero muy efectivos, ya que así los empleados sienten un sentido de pertenencia más fuerte.
  • Formación: un incentivo muy codiciado –y que además puede traer muchos beneficios a la empresa en el mediano plazo- son las capacitaciones y cursos para los empleados con mejor desempeño.

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